martes, 7 de junio de 2016

¡Avanzando! ¡Ya vamos por el Capítulo 18!

¡Y TODO ESTO NO HUBIERA SIDO POSIBLE SIN EL APOYO DE ESOS MIL SEGUIDORES QUE CADA SEMANA AGUARDAN PARA ASALTAR WATTPAD Y LEER DANZA DE MÁSCARAS!


https://www.wattpad.com/myworks/67058167-danza-de-mscaras-i-pgp2016-handwrittenawards


¡QUEDA POCO PARA EL FINAL DE LA PRIMERA PARTE! ¡PERO NO OS PREOCUPÉIS! ¡GRANDES ADVENIMIENTOS SE AVECINAN!

domingo, 17 de abril de 2016

¡DANZA DE MÁSCARAS! ¡LA HISTORIA DE LA QUE TODOS HABLAN!

¡CAPÍTULO 9 Y CAPITULO 10 DE DANZA DE MÁSCARAS!

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¡NO TE LO PUEDES PERDER!

domingo, 10 de abril de 2016

¡SÉPTIMO Y OCTAVO EPISODIO DE DANZA DE MÁSCARAS! ¡NO TE LO PUEDES PERDER!

¡ SE DESCUBREN TERRIBLES SECRETOS! ¡LA OSCURIDAD ASOLA EL MUNDO Y SOLO UNOS POCOS PODRÁN PONERLE FIN!



https://www.wattpad.com/myworks/67058167-danza-de-mscaras-i


¡NO TE LO PUEDES PERDER!

viernes, 1 de abril de 2016

¡SEXTO CAPÍTULO DE DANZA DE MÁSCARAS!

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Un Emocionante capítulo donde se dejan ver las relación intensa entre los dos hermanos y algunos de los secretos que esconde esta emocionante historia.

¿Qué opinas?

miércoles, 30 de marzo de 2016

lunes, 28 de marzo de 2016

¡TERCER EPISODIO!

La Historia va a su propio ritmo, un ritmo que ni siquiera un escritor novato puede controlar. Aquí os dejo el 3er Capítulo de Danzas de Máscaras. Podréis verlo a través del desplegable Tabla de Contenido.

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domingo, 27 de marzo de 2016

¡Segundo capítulo de Danza de Máscaras!

Ya tenéis disponible el 2º Capítulo de Danza de Máscaras en Wattpad.



https://www.wattpad.com/story/67058167-danza-de-m%C3%A1scaras-i



Recordar que tenéis que darle en Tabla de Contenido para ver más allá de la sinopsis. E ir picando en cada capítulo para leerlo.



No dudéis en comentar lo que os está pareciendo. Promete haber muchas sorpresas.

sábado, 26 de marzo de 2016

¡YA EN WATTPAD! :D :D :D

¡Buenas tardes a todos! ¿Cómo van la Semana Santa? ¿Estáis descansando?


Yo os traigo un comunicado. Oficialmente estoy en Wattpad, que es algo así como la red social más grande entre Lectores y Escritores. Hoy hice mi primera aportación, el primer capítulo de una novela que tenía guardada en el tintero.


https://www.wattpad.com/story/67058167-danza-de-m%C3%A1scaras-i/parts


Aquí tenéis la sinopsis y en Tabla de Contenido podréis ir leyendo los capítulos. Iré subiendo cositas cada poquito tiempo para que no os quedéis en ascuas y me podáis aportar vuestra opinión y vuestra crítica.
Es una historia diferente, muy personal y a la que le guardo mucho cariño. Si que es verdad que tiene bastante contenido adulto y sangre, así que yo os invitaría que leyerais el primer capítulo y si os gusta esperéis al siguiente.


¡Nos vemos!

domingo, 20 de marzo de 2016

Los Brujos También Existen


“Estamos en todos lados. Pasamos desapercibidos delante de vuestros ojos, a veces, guiamos vuestras vidas, os protegemos y, otras muchas, decidimos quitároslas.”


Eso es lo que me enseñaron cuando era niño, que provenía de una familia especial, una familia que se diferenciaba enormemente del resto. Me explicaron las normas que el Consejo de Magia imponían a los nuestros, leyes creadas para mantener el equilibrio entre las brujas y los inocentes. No tiene nada que ver con los cuentos escritos para niños, no vivimos para dominar el mundo, al menos no nosotros.



Me llamo Leo Giobelli, tengo veintiocho años y soy un brujo. Mi familia siempre ha estado expresamente formada por hombres, nos entrenan arduamente para desarrollar nuestros Dones, estábamos entre los brujos más potentes de los últimos años, pero todo cambió hace un tiempo. El libro de las sombras, el diario de los Giobelli, siempre habló de aquelarres ocultos de los mortales en épocas más antiguas a la creación de la pólvora. Aquelarres formados por hombres que jugaban a ser los maridos perfectos, los mejores hijos o los alcaldes de las aldeas. Enseñar nuestra naturaleza se convertía en un motivo para desconfiar de nosotros y de aquel que nos rodeara. Nuestras mujeres eran ejecutadas sin ser brujas, nuestras hijas atadas en madera y purificadas por las llamas, según dicen era lo único que podía salvar sus almas.



Cuánta más oscuridad aparecía en el corazón de los hombres, más peligraba nuestra existencia. El miedo de los mortales provocaba una terrible locura capaz de acusar, incluso, a las inocentes de brujería, las quemaban sin atender a sentimientos, sin pensar en que tan buena mujer había sido. No importaba si fuera bruja o no bruja, si hubieran usado su magia para la bondad o para la maldad, la quema era la solución. Nos vimos obligados a ocultarnos, a olvidar nuestra verdadera naturaleza por seguir vivos. Se creó el Consejo de la Magia y nos mantuvieron a salvo durante tiempos inmemoriales.



Ahora me cuesta acostumbrarme a lo que mi familia llama una vida normal. Me crié lejos de la ciudad, transformado en búho, cazando alimañas. Ni siquiera recuerdo lo que es una buena comida de verdad. Quince años en el mundo de lo salvaje, un tiempo en el que casi olvido mi humanidad. Pero ellos vinieron a buscarme, nos encontraron a todos, los Giobelli se unieron de nuevo.



Los sabios dicen que la Luna de Sangre está cercana, que la guerra va a comenzar. Ahora estoy listo para luchar, estamos listos para alzarnos una vez más.










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Un pequeño fragmento de la parte novelística o narrada de la guía de rol que escribí hace unos meses. Luna de Sangre Guía de Rol se centra en una sociedad oculta de brujas y brujos que luchan por el poder. Aparecen criaturas como demonios, otros bandos como los cazadores de brujas o los humanos de a pie. Una apuesta muy interesante que espero poder anunciar pronto. Con una amplia libertad para la creación del brujo o la bruja propios. Una guía básica para divertirte con los amigos, si todo sale bien seguro haga ampliaciones hablando de la brujería o la magia en otras culturas (oriental, noórdica, apache y vudú). De momento, esto es lo que podéis leer.

domingo, 13 de marzo de 2016

Lo que se avecina

"Gala giró en los miradores para descender varios metros. Sobrevolando las casas de colores, la niña pudo ver como las calles de la ciudad se mostraban agradables y muy contentas. Desde allí pudo ver niños con patas y cuernos de cabra, que saltaban y bailaban mientras canturreaban acerca de lo feliz que estaban. También había animales como: osos panda, linces, nutrias, hurones, caballos, y felinos, entre otros. Animales que caminaban sobre sus patas traseras y vestían ropas que Elisa había visto en su mundo. Gala le explicó que eran hombres y mujeres animales, aunque ellos preferían ser llamados Antros. La niña se tuvo que fijar con detenimiento para poder percatarse de pequeñas personitas que caminaban de un lado hacia otro, los llamados gnomos. Otro tipo de animales caminaban con total libertad por las calles del reino, sin llevar correas ni ir con dueños, animales como: leones, lobos, guepardos y leopardos, ciervos, osos, gatos, e incluso, perros."























Un pequeño adelanto de lo que se avecina. Muy pronto podréis disfrutarlo en vuestra propia piel. Sólo un poco más y podremos embarcarnos en una aventura que será inolvidable. Lo Prometo

sábado, 12 de marzo de 2016

El porque de la espera

Si es cierto,... Divas de Sangre fue mi primer novela. Desconocía el que la editorial no fuera a revisarla y jugaba con plazos de: tiempo, dinero y volumen de páginas.
Por ello, y no es escusa, creo que presenta algunas erratas, así como algunas faltas que podía haber solventado.


Pero bueno, nadie nace aprendiendo. Y seguramente, el mejor escritor no público su primera novela limpia de fallos. Por eso le estoy dedicando todo mi tiempo y ganas a poder sacar algo que pueda aliviar ese pequeño error.
La primera, cuando cuente con la fuerza económica suficiente, la solventaré con segundas ediciones. Ahora quiero aliviar mi error con algo grande, algo de lo que también estoy muy orgulloso. Así que, si tardo un tiempecito más en publicar mi segunda novela, no sólo es por los ilustradores, sino porque me gustaría que hubiera el mínimo de fallos posible.


Si que es verdad que cuanto más lees menos ves las cosas que habría que cambiar, por ello me dedico un tiempo para solventar las cosas que puedan obstaculizar vuestra lectura. Porque al final, sois muy importantes.
Y pediros disculpas si en Divas de Sangre hubo faltas de comas, o frases inconclusas.


Un saludo y gracias ;)

miércoles, 9 de marzo de 2016

REINA A DESHORA

El tiempo no juega a mi favor


Eran las palabras que resonaban en la cabeza de Aya una y otra vez. Y no les faltaba razón, el tiempo nunca había estado de su parte, y no parecía que ahora lo fuera a estar. A sus catorce años había demostrado ser una niña prodigio, o al menos eso decían sus padres. A su temprana edad ya sabía: lavar la ropa, planchar, coser y cocinar. Cosas que a ella le parecían tan insignificantes como estúpidas.


Eran sus últimas horas en soledad, los últimos minutos en los que estaría en su pequeña guarida. Las paredes se mostraban envueltas en un hermoso papel rosa repleto de mariposas, un decorado que se había ido rasgando con el paso del tiempo. Su cama estaba repleta de todo lo que una niña de su edad hubiera podido soñar: las muñecas más caras, los peluches más tiernos, los vestidos más bellos y las joyas más relucientes. Todo ello era solo y únicamente para Aya, pero ahora carecía de sentido, carecía de valor.


Sentada en el suelo, con la espalda apoyada en la puerta de su habitación, observó como las agujas del reloj le arrebataban un segundo más de lo que más estaba extrañando. Algo que aún no había perdido pero de lo que se arrepentía por no haberlo disfrutado con más intensidad. No lloraba, no quería llorar, sabía que tenía que ser fuerte, tenía que demostrar que nada podía derrotarla, que nada estaba por encima de ella.


Supo que el tiempo había expirado cuando su madre entró a través de la puerta, con una sonrisa de oreja a oreja. Estaba vestida con sus mejores galas, y el aroma que soltaba su piel era tan intenso como delicioso. No se intercambiaron palabras, solo miradas. Agarró la mano de Aya y la colocó con delicadeza en el centro de la habitación. Entonces apareció su padre con un hermoso vestido blanco entre sus manos, se lo dio a su madre y se quedó allí, apoyado en el marco de la puerta.


No transcurrieron más de diez minutos cuando Aya se vio frente al espejo, hermosa. Estaba deslumbrante envuelta por una tela de cachemira blanco, los dibujos simbolizaban miles de estrellas que parecían brillar con tanta intensidad como sus cabellos cobrizos. Ella se miró, se quedó perpleja, pero en ningún momento fue capaz de sonreír, tampoco de llorar.


Su madre colocó una brillante tiara de plata con engastes en diamante, una tiara que traía consigo el resplandor de un velo del color del invierno. La tela se deslizó por encima de sus rizos claros y cayó mucho más abajo de su cintura. El vestido acababa en una cola resplandeciente, como si un manto de nieve emergiera de los pasos de Aya.


Las campanas la obligaron a dejar de pensar en lo mucho que se parecía en las princesas de sus cuentos favoritos. El hermoso sonido de las campanas marcó sus últimos minutos de libertad. Su madre la empujó suavemente cuando empezó a sonar la marcha nupcial. Todos la querían ver deslumbrante, aunque no iban a recibir una sonrisa, al menos no hoy.


Más de cincuenta personas se mantenían de pie junto a unos bancos de madera de roble, todos ellos apartados de una gran alfombra de terciopelo rojo que dibujaba el camino hacia el infierno. Al final y frente al altar, un demonio vestido con un traje de novio, un monstruo que se había puesto su mejor perfume y se había fumado el mejor puro. Para cuando Aya empezó a caminar todos los ojos se centraron en ella, incluso los de su abuela, aun ciegos eran capaces de sentir lo que el corazón de la niña escondía.


Aya se acercó al demonio, le hubiera encantado haber echado a correr, pero ya no había vuelta a atrás. La gente tomó asiento y el cura empezó a hablar, todo parecía estar perdido para ella y nadie parecía interrumpir la ceremonia. El tiempo transcurría y su niñez se iba ocultando tras un fuerte aroma a tabaco y alcohol.


El anillo no era más que un grillete y las palabras del cura solo intensificaban la condena. Los ojos de Aya picaban suavemente cuando el demonio alzó su velo y acarició su barbilla, orgulloso. Él no quiso forzar un beso, creyó portarse bien cuando acarició sus labios con los de la niña, al final el demonio creía ser un ángel, aunque nadie podía ocultar su larga cornamenta.


Las fotos fueron las únicas capaces de sacar el germen que crecía en el interior de Aya, su maldición. Un virus que tenía forma de lágrimas e inocencia. Un hermoso rostro que había condenado su niñez a una habitación llena de velas e intenciones de romanticismo.

El tiempo nunca había jugado a su favor, pues la que una vez fue princesa, ahora se convertía en reina a deshora.



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Algo que me inspira el saber de esas niñas que son obligadas a casarse antes de los 18… o por negocios o por dinero… o por jerarquia…

viernes, 4 de marzo de 2016

La bruja y el rosal



El jardín era mucho más grande de lo que me esperaba, se dividía en tres partes adornadas por un hermoso paseo de piedras en medio de una vegetación más que cuidada. La primera parte era el pequeño bosque que se levantaba delante del muro, había pinos de diversos tamaños y pequeños arbustos que hacían de aquello algo entrañable y acogedor. Después había un pequeño estanque del cual habían sido recogidos los patos, ya que la temperatura no era idónea para los animalillos. Y finalmente se encontraba un hermoso rosal, decorado con hermosas flores de diversos colores: desde el rojo más llamativo, hasta el negro más tétrico.

El resto del jardín era una extensión de hierba, arena, diferentes flores de colores y pequeños arbolillos que decoraban los sitios más pobres. Desde allí se podían ver los pasillos acristalados que conectaban los diferentes edificios del reformatorio. Pude advertir la verdadera altura de los edificios, puede que tuvieran tres o cuatro plantas y yo ni siquiera había visitado la mitad. Supongo que estos días no me habían dado demasiado de sí, y la verdad, prefería que fuera así.

—Que frío hace-comentó 1503 entre el castañeo de sus dientes.
—Encontremos esas banderillas de mierda antes de que empiece a llover-dijo 1319 frustrada porque fuéramos castigadas.
—¿Nos separamos?-pregunté deseando únicamente entrar dentro, pues el frío solo conseguía sacar vaho acompañando nuestra respiración.
—No-contestó 1301 sumamente tajante-Hay poca luz y seguramente no podamos ver las banderillas si vamos solas.
—Si rastreamos juntas iremos más lentas-protesté en forma de comentario.
—Pero seremos más efectivas-dijo 1503-No hay más que hablar,… empecemos de una vez.

Nos movimos por el jardín todo lo despacio que nuestros cuerpos fríos nos permitían, queríamos encontrarlas antes de que nos congeláramos por completo y por ello nuestros ojos observaban los alrededores una y otra vez para asegurarnos de que las banderillas no estaban allí.

—Pensemos un poco en frío-dijo 1301.
—Prefiero pensar en caliente-comentó 1503 tiritando.
—No creo que la Señora nos lo haya puesto fácil, así que opino que pensemos en lo más complicado-explicó.
—Si fuera una grandísima hija de la gran puta como ella-habló 1319-metería una banderilla en el rosal, únicamente por ver como los dedos de esas niñas a las que tanto odio sangren.
—Muy bien-dije-Es tu idea, tú lo haces-sonreí bromista mientras nos acercábamos a un mar de rosas.

Nos mantuvimos en silencio mientras rodeábamos aquel rosal buscando algo que se pareciera a una banderilla. Los focos que nos alumbraban desde el edificio no eran lo suficientemente intensos como para darnos una imagen clara de lo que estábamos mirando. Hierba, barro, rosas y más hierba. Pero entonces vi la primera llave de los muros que me mantenían encerrada.

—¡Aquí está!-grité contenta mientras señalaba un pedazo de tela vieja colgada de una de las rosas más profundas del rosal-Mil trescientos diecinueve, no está muy adentro ¡Podrás cogerla!
—¿Iba enserio?-preguntó ella con ironía mientras nosotras nos manteníamos en silencio-Me encanta vuestro compañerismo.
—Haberlo pensado antes de romperos la nariz-comentó 1301 mientras se cruzaba de hombros.

Nuestra compañera se arrodilló justo en el mismo sitio donde yo vi la banderilla, remangó la manga de su camisa y comenzó a introducir su brazo entre los tallos de las rosas. Sus dientes se clavaban en su labio inferior, seguramente eso era lo que conseguía que no hiciera una locura. Eso era lo que retenía su mano en un lento movimiento impedía que se metiera de golpe entre aquellas rosas rojas.

—Las espinas no son demasiado largas-comentó para no preocuparnos-no las estoy ni rozando.

Observé cómo sus manos, tan negras como el chocolate, agarraban la tela roja y comenzaban a arrastrarla fuera de allí. Algo extraño ocurrió, algo que pude percibir con total claridad, las espinas comenzaron a crecer como por arte de magia, mientras su brazo empezaba sangrar.

—¡Joder!-gritó 1319 mientras aquellas espinas presionaban su brazo desnudo-¡Ayudarme!-se quejó una vez más sin poder moverse-¡Por dios!

Sus ojos me miraban desesperados mientras mis compañeras reaccionaban más rápido que yo. 1301 introdujo su mano por el extremo superior del rosal y consiguió atrapar la banderilla gracias a los pequeños centímetros que mi compañera la había levantado. 1503 agarró el brazo de mi compañera y comenzó a tranquilizarla ya que 1319 estaba empezando a ponerse nerviosa, muy nerviosa.
—Relájate-dijo la rubia-Comienza a mover el brazo lentamente, sácalo despacio, muy despacio.

Las palabras eran tan tranquilizadoras que pude reaccionar al fin, me desaté el lazo del cuello y me preparé para taponar las heridas que el rosal había provocado en el brazo de mi compañera. Segundos después, y poco a poco fuimos recobrando la marcha en busca de la segunda banderilla.

—Han crecido…-comentó traumatizada-…vi como las espinas comenzaban a crecer para atacarme,…
—Esa mala pécora nos ha tendido una trampa-comenté yo recordando el frío que hacia al recibir un escalofrío por todo mi cuerpo.
—Era demasiado fácil-dijo ahora 1301 de nuevo tan fría como un cubito de hielo-al menos para ser real.
—Hay algo extraño en las infernales-añadí intentando analizar el mecanismo de las rosas robóticas-¿Por qué las protege tanto la Señora?
—¡Da igual!-gritó la rubia temiendo nuestra siguiente prueba-No quiero quedarme aquí más rato.

Lo que acababa de ocurrir me hizo pensar una cantidad incontable de cosas, ¿Porque se tomaban tantas molestias en castigarnos? ¿Acaso estamos cerca de algún secreto que no puede ser desvelado? ¿Qué era lo próximo que nos iba a tocar hacer, escalar un pino?

—Si fuera la Señora ataría una banderilla a uno de los pinos-comentó 1503, como si su mente estuviera conectada a la mía.
—Comprobémoslo-dijo 1319-Pero no contéis conmigo para subir.

Caminamos por aquel jardín sintiendo como el pequeño tacón de nuestros zapatos se introducía en la humedad natural. El bosque de pinos ahora se mantenía cubierto por una niebla tan densa como aterradora, era el escenario perfecto para una película de terror donde cuatro adolescentes se verían sometidas a las garras de un animal hambriento.

—¿Tienes miedo?-me preguntó 1301.
—Bueno…-dije-No me agrada la niebla.
—Tranquila-dijo ella con una gran sonrisa en el blanco de su rostro al mismo tiempo que se colocaba en primera posición.
Pasaron los minutos y nosotras seguimos caminando por el bosque, girábamos tres veces alrededor de un solo árbol para asegurarnos de que la banderilla no pasara desapercibida. Estar allí, en el jardín exterior, me hacía sentir un poco libre, como si ya estuviera fuera del Santa Tara y que antes de que pudiera darme cuenta el señor Clau entraría por la puerta para buscarme…

—¡Está ahí!-gritó 1503.
Todas alzamos el gesto para seguir con los ojos la dirección que nos marcaba su dedo índice, tampoco estaba muy alto, quizá con un poco de paciencia podríamos llegar a la rama, si no me fallaba la percepción podría estar a diez metros del suelo.

—Muy bien rubita-dijo 1319-Tienes buena vista.
—¿Quién va a escalar?-pregunté, tenía que mentir si no quería ser la que subiera allí arriba-A mí nunca se me ha dado bien,… si os digo la verdad creo que me estoy mareando solo de pensarlo.
—Mil quinientos tres-comentó la gótica-Por regla de tres te toca a ti, tú lo has visto, tú has sugerido el plan y se te ve con cuerpo de gatita-sonrió mientras nos quedábamos mirándola, creo que 1301 quería ver sangre, sangre de nuestra compañera.
Al ver que no decíamos nada, 1503 se colocó su cabello rubio y ondulado sobre su hombro derecho y empezó a acariciarlo, mirando hacia arriba mientras estudiaba meticulosamente la forma de escalar el pino. Después nos miró, más bien nos fulminó con aquella mirada azul zafiro y comenzó a ascender por las pequeñas ondulaciones que mostraba el tronco mal cuidado.

Al principio sus movimientos eran lentos y torpes pero según iba alcanzando las ramas superiores, sus movimientos comenzaron a parecer los de una campeona de escalada, o algo por el estilo. Si hubiera sido yo la voluntaria a subir en su lugar seguramente hubiera tropezado de algún modo y me hubiera pegado un golpe terrible.

—¡¿Estás bien?!-grité al escuchar un pequeño quejido-¡Si no puedes, baja de ahí!
—¡¿Qué coño estás haciendo?!-preguntó 1319 cuando, de repente, un grito emergió de la espesura, un grito que provocó que mi cuerpo se sobresaltara, 1503 me estaba empezando a preocupar.

Allí estábamos las tres observando con atención la copa del pino, pegadas al tronco y sin obtener ninguna otra respuesta que los gemidos que ahora nos llegaban desde la lejanía. 1503 había desaparecido, y con ella la banderilla que ya no se encontraba a diez metros si no que parecía encontrarse mucho más arriba.
Entonces sentí como una gota golpeaba mi uniforme escolar, no era agua, sino un líquido de color carmesí. La gota comenzó a extenderse por mi hombro desprendiendo un olor que, seguramente, para todas nosotras era muy conocido, empecé a sentir nauseas.

—Le ha venido la regla…-comenté.
—No es la única-dijo 1301 mientras, a través de su falda, se podía observar el mismo líquido.

Antes de que pudiéramos decir nada más escuchamos como algo caía a golpes a través de las ramas sacudiendo la silueta del árbol y lo que era peor, fracturando el cuerpo de nuestra compañera. La última rama consiguió frenar, lo que parecía ser una fatídica caída, a pocos metros del suelo, después se rompió y provocó que 1503 estampara su trasero sobre el suelo.

—¡Rubia!-gritó 1319 mientras saltaba hacia ella-¡Dime que estas bien!

1503 estaba tumbada mientras nosotras tomábamos su pulso, comprobábamos que sus rasguños no eran graves y le regalábamos nuestro calor. Poco a poco fue abriendo los ojos y comenzó a mirarnos mientras sus labios dejaban escapar retazos de su voz:

—Qué golpetazo-dijo mientras abría su mano y nos mostraba un trozo de trapo viejo, después de todo lo había conseguido-Me duele todo.
—¡No me extraña!-gritó 1319 con una sonrisa en sus labios, contenta de que la rubia hubiera salido con vida-¡Suerte que sigas viva! ¡Ha sido flipante!
—No montes un show de esto ¿quieres?-comentó 1301 mientras se separaba de nosotras y salía del bosque

Estaba claro que no le gustaban los espectáculos y mucho menos la gente, si estaba con nosotras era porque no le quedaba otro remedio. A veces pensaba que verdaderamente nos odiaba por estar con ella, pero en estos precisos instantes no había otra forma, estábamos juntas en esto.

—No me encuentro bien-dije sintiendo como algo se movía en mí interior.
—Aguanta-dijo 1319-Solo un poco más.

Juraría que no estaba ahí, hubiera puesto mis manos en la más caliente de las hogueras, estaba completamente segura de que la banderilla no había estado nunca antes en el centro de aquella charca para patos. Habíamos pasado en dos ocasiones junto a ella y ninguna de nosotras había advertido como aquel trapo viejo ondeaba al viento sobre el agua.

—¡Ahí hay otra!-grité dejando atrás la niebla que envolvía el bosque de pinos.
Nos acercamos a la charca que, a la escasa luz de los focos se podía ver como sus aguas no eran azules, si no verdes. Seguramente las algas, las hierbas mal cuidadas y las heces de los patos habían provocado aquel tono tan peculiar.

—Estará congelada…-comentó la rubia mientras observábamos la banderilla situada en el centro de la charca.
—Siguiendo el orden de cogida de banderillas,…-comenté.
—Sí-contestó 1301 con una seriedad que transformaban sus palabras en ofensas-Te toca a ti.

Me mantuve en silencio, la simple idea de meterme en aquellas aguas bajo este frío invernal ya había conseguido helar mis extremidades. Con suerte la charca cubriría lo justo para solo ensuciar mis zapatos y mis calcetines antes de poder volver a la habitación.

—Maldita sea,…-dije cuando metí mi pie derecho en el agua y verifiqué lo fría que estaba.
Me insulté a mí misma infinidad de veces mientras avanzaba en la charca, ojalá 1301 lo hubiera encontrado antes que yo. Decidí adentrarme con más velocidad, cuanto más rápido menos frío.

—¡Vamos mil trescientos veintitrés!-gritó la rubia-¡Solo un poco más!
La banderilla ondeaba con el leve viento que estaba comenzando a levantarse mientras que el cielo me regalaba las primeras gotas de una llovizna que no tardaría mucho en atacarme. El agua había pasado de mis tobillos y lentamente ascendía por mis rodillas, cuando más me acercaba al centro de la charca más temía tener que meterme por completo en el agua.

—A ver qué trampa me tienes preparada ahora-susurré caminando con más de la cintura bajo la superficie del agua mientras estiraba mi brazo para alcanzar la banderilla clavada en una pequeña plataforma de arena que hacía función de decorado.

La cogí entre mis manos y esperé que ocurriera algo pero no pasó nada, tan solo sentí como mi cuerpo tiritaba del frío y mis rizos perdían su ondulación natural a cuenta de la humedad. De repente algo se movió en el interior de la charca, algo que me indicaba el que yo también tenía una prueba más a la cual debía superar. El suelo que pisaba comenzó a desaparecer, como si se trata de una plataforma artificial o algo por el estilo. Mis pies dejaron de tener una sujeción y mi cuerpo se hundió de improviso en el agua, comencé a patalear y a dar brazadas para no sumergirme pero algo me agarró y provocó que mi cuerpo se empapara por completo.

El agua estancada no me dejaba ver nada, tenía los ojos abiertos y lo único que veía eran pequeñas motas de arena y luces borrosas y dispersas. Buceé con todas las fuerzas de las que disponía para llegar a la superficie, el miedo iba desapareciendo según me iba acercando a mi salvación, pero de pronto se me escapó un grito de terror. Para mi sorpresa algo invisible obstaculizada la capa de agua de la parte exterior, un cristal transparente o algo por el estilo me mantenía retenida en aquella prisión de agua. Nerviosa, noté como mi oxígeno se esfumaba en forma de burbujas, me abracé con fuerza a la banderilla y recé por salir viva de la trampa.





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AQUI OS TRAIGO UN PEDAZO DE DIVAS DE SANGRE

Mi parte favorita, que la otra sería demasiado Spoiler!

La podéis encontrar en

http://www.amazon.es/Divas-sangres-Pebol-S%C3%A1nchez-Extranjero/dp/8490950369/ref=sr_1_1?s=books&ie=UTF8&qid=1457128183&sr=1-1&keywords=divas+de+sangre



jueves, 3 de marzo de 2016

Retazos de una Vision

Ella sabía que tenía que seguir luchando, yo tenía claro que esta batalla ya la habíamos perdido. Las cosas sucedían a gran velocidad, ni siquiera el ojo humano podía dar a basto, al final solo había dos opciones: vivir o morir.


Su flequillo azul ondeaba al viento acompañado de una melena oscura que lo hacía resaltar un poco más. No sabía su nombre, nunca lo había sabido, y seguramente nunca lo sabría. Pero siempre estuvo en mi vida, las casualidades la habían llevado por un camino muy similar al mío, aunque seguramente, con menos rosas y más espinas. Cada vez que pensaba en ella podía apreciar el aroma a frutas que emergía de su cuello. Se podría decir que cuando pensaba en su flequillo azul, la vida me sabía a macedonia.



Salamanca nunca había sido la mejor ciudad para trabajar, pero eso no quitaba el que fuera una ciudad hermosa. El ambiente era juvenil por la gran tasa de estudiantes que había, con un poco de imaginación podía imaginar la pequeña ciudad como una residencia enteramente para universitarios. Ella estaba tan encantada como yo, pero sentía que los puentes que cruzaban el río Tormes estaban derribados y no podía salir jamás de allí.



Yo había conseguido avanzar entre espadazo y espadazo, había conseguido derribar varios enemigos por el camino y perder algún que otro aliado. Ella en cambio luchaba por mantenerlo todo, avanzaba a paso lento pero con un gran peso a su espalda. Su ballesta disparaba allí donde la vida amenazaba con defraudarla. Había luchado por estudiar, por aprender más idiomas, o por ser la mujer que alguna vez quisieron, pero había algo en ella que no la hacía sentir cómoda. Era como si alguna de las frutas de su perfume no estuviera en concordancia con el resto.


Cabalgó lejos de la ciudad por un tiempo limitado. Disfrutó de la vida en el país del sol y los kimonos, pero tuvo que volver, pues su obligación la traía de vueltas a la ciudad que, no solo la había visto crecer, si no que prometía querer atarla para siempre.



Sin darme cuenta yo ya me había abierto paso entre enemigos de diferentes clases, la había dejado muy atrás, con infinidad de monstruos y solo armada con una ballesta y unas pocas flechas. Yo tenía claro que cuanto más avanzara más heridas tendría, ella sabía que la forma en la que efectuaba sus movimientos la llevarían impoluta a la victoria.


Proyectiles volaban de un lado a otro, los golpes de maza y espada hacían estallar el cielo en sufrimiento, y los enemigos parecían ser infinitos. Según pasaba el tiempo mi visión se iba nublando, el cansancio se hacía efectivo y la vida se iba convirtiendo en un mero recuerdo. Ella tenía un gran poder, un don que había descansado durante mucho tiempo en su interior y que ahora le ayudaba a avanzar, el fuego crecía allí donde sus enemigos amenazaban con acabar con ella. Las llamas calcinaban todo aquello que prometía querer interponerse en su camino, había llegado el momento de brillar, de hacerlo una vez por todas, aunque fuera envuelta entre llamas.


Y frente al papel imagino la vida como una gran batalla. Donde ella, la chica del flequillo azul, yo y miles de personas luchan por avanzar hasta el castillo, hasta el lugar donde se podrán sentirse plenos. Y sé, hoy por hoy, que nuestro castillo se encuentra lejos, ni siquiera lo veo, pero eso no me detiene a la hora de seguir luchando. Sé que ella está lejos, y que quizá nuestros caminos no se crucen, pero sé que está ahí, luchando a tiro de ballesta y magia ígnea.

viernes, 19 de febrero de 2016

UN PEDACITO DE LAS DIVAS DE SANGRE

—¿Cuál es tú nombre?- me preguntó la Señora.


Los días habían pasado con monotonía, siempre el mismo sistema. Desayunábamos, comíamos y cenábamos productos de baja categoría, nada comparado con los preparados de Melania. No nos hacían hacer otra cosa que planchar y coser camisas blancas, nos encerraban en las habitaciones y nos moríamos del asco. Se habían escuchado rumores desde que llegué, rumores acerca de posibles suicidios en las habitaciones de: la cazadora, la monja y la piloto, pero esos rumores todavía no se habían hecho ciertos, al menos, que yo supiera.


La mañana fue bastante rara, después de desayunar, justo cuando recolectábamos de nuevo los créditos en la cadena de arreglado y planchado de piezas de ropa, la que parecía la reina del castillo nos fue llamando a las divas, una a una, dejando una ausencia en el grupo.


Tumbada en una camilla de cuero negro, me enfocaba con una pequeña linterna comprobando que mis pupilas estaban en perfecto estado y que no había hecho ninguna locura en días, como por ejemplo drogarme, algo de lo que se me acusaba injustamente.


—Dana, Señora-había dejado claro la formalidad con la que había que tratarla.


Entonces la linterna se apagó y su mano golpeó con fuerza mi moflete izquierdo. Sentí como el ardor se repartía por todo el golpe y deduje que mi tono de piel natural se había sometido a un rojo intenso.


—¿Cómo te llamas?-preguntó de nuevo mientras mis ojos derramaban lágrimas de dolor.
—Dana…-y antes de que pudiera decir mi nombre completo con ambos apellidos incluidos su mano me golpeó de nuevo. Clavé mis uñas en el cuero de aquella camilla e intenté coger aire mientras balbuceaba.
—¡¿Cuál es tú nombre señorita?!-me gritó mientras rellenaba una serie de formularios en las hojas que se apoyaban en una carpeta.
—Mil,…-esperé el guantazo pero no lo recibí, entonces comprendí que era lo que tenía que responder-Mil quinientos veintitrés.
—Aprendes rápido querida-dijo ella-La última reaccionó a la cuarta.









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Por aquí os traigo un pedacito de Divas de Sangre, para que podais entrar un poquito más en el universo. El fragmento habla de los primeros momentos en los que Dana Sant, la protagonista, se encuentra frente a frente con la Señora, la dueña del Reformatorio para jóvenes problemáticas Santa Tara. ¡A ver que os parece!

miércoles, 17 de febrero de 2016

DIVAS DE SANGRE

Dana pertenece a una de las familias más poderosas de la actualidad, los Sant. Como todas las chicas de su categoría, ella vive una vida de princesa. Nunca se había imaginado un mundo que no fuera lejos de los brazos y el dinero de sus padres, enamorada del chico rebelde al que todas quieren pero que solo ella ha conseguido. Popular, inteligente y guapa; tiene todo con lo que otros solo sueñan.



Pero las cosas se complican cuando cumple los dieciséis años. Una nube de mala suerte y desolación la abraza justo en el mismo instante en el que se da cuenta de que ser una princesa no es tan perfecto como imaginaba. Y el sueño de toda adolescente se acaba convirtiendo en una pesadilla.




El Santa Tara siempre había sido el reformatorio para chicas ricas con más renombre del país, parecía que el castigo no iba a ser doloroso, al menos hasta que se adentra en las paredes de las instalaciones. ¿Qué pasará con Dana? ¿Cómo puede escapar de una prisión donde las chicas parecen haber salido de una película de terror?




¡Descúbrelo en Divas de Sangre! ¡Mi primera novela!




¡Y recuerda! ¡Por mucho que la vida sea del color de las rosas, siempre hay espinas que se ocultan en la oscuridad!





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Por aquí os dejo una pequeña sinopsis de mi primera novela, Divas de Sangre, espero que os guste y ya sabéis, si es así ¡ANIMAROS A COMPRARLA! :) No será un desperdicio



http://editorialcirculorojo.com/divas-de-sangre/


Nos vemos en la próxima Entrada ^^


sábado, 13 de febrero de 2016

CARTAS A MILUNA (inspiración de san valentín)


Carta 1ª


Querida Miluna;



Hoy por fin ha salido el sol tras largos días de cielos nublados y ambiente húmedo. He galopado largas horas por La Ruta de los Caídos, mi corcel plateado está muy contento con las zanahorias de Aldea Bener, lo noto porque galopa felizmente sin temer ningún peligro. Los aldeanos me dijeron que la Ruta de los Caídos era de las más peligrosas, pero la Primavera debe de haber sellado a esos muertos vivientes entre césped y flores. Han pasado un par de horas y no me he encontrado ningún enemigo, en cierto modo lo agradezco, aunque Jara, mi espada, parece estar bastante necesitada de combate, lo siento en mis manos.



El Cementerio de los Exiliados me pone la piel de gallina, todas esas tumbas rotas y estatuas de criaturas demoníacas agrietadas parecen haber salido de algún cuento de hoguera. Solo deseo poder terminar con todo esto pronto y volver a reunirme contigo, Miluna. Añoro el color carmesí de tu cabello, el florecer de tus pecas y la intensidad gris de tus ojos. Te extraño tanto que no puedo dejarme derrotar ante la idea de que, si fallo, no te volveré a ver nunca.


Susurros crepitantes surgen bajo el suelo, cuando las puertas del cementerio se cierran ante mí. Plata, mi caballo, no tiene miedo, no sale despavorido. Jara resplandece bajo los intensos rayos del sol mientras las primeras manos de esqueletos ayudan a levantar el cuerpo de sus dueños. No puedo perder el tiempo con estas criaturas del inframundo, no puedo permitir que sus espíritus no puedan descansar. Empiezo a soltar golpes en vano, pues por mucho que rompa sus huesos estos siguen moviéndose y reconstruyéndose. Plata pisotea sus delgados cuerpos mientras sus mandíbulas chasquean furiosas. Los sabios los llaman Caídos Malditos, yo les apodo los Chasqueadores. El sonido de sus chasquidos es ensordecedor y tétrico, el movimiento de sus huesos carecen de alma, de vida.


Rompo más huesos de lo que jamás pude imaginar, pateo más cráneos de lo que alguna vez soñé, y solo me responden con más y más enemigos. Parecen débiles, pero su número va aumentando y eso provoca que mi vida corra peligro. Algunos lanzan sus armas oxidadas, otros se acercan amenazantes y el resto,... el resto solo chasquea sus dientes. Para mí sorpresa, los esqueletos que destruyo se unen para formar uno más grande. La estética les da igual: tres brazos, dos cabezas, una pierna... les da igual contar de ser un gran enemigo. No dispongo de magia, ni siquiera creo en ella. Los antiguos escribieron en los tratados sobre un gran poder, un poder capaz de mover las montañas, los cielos, un poder capaz de convertirte en un dios.


Plata hace todo lo que puede, azota a los enemigos con sus cascos. Jala se esfuerza al máximo para protegerme. Pero el cansancio empieza a hacerse efectivo en mí, y los enemigos no parecen querer bajar el ritmo. Me siento estúpido al pensar más allá del combate, porque siempre hay opciones, solo hay que saber buscarlas.


Y no es hasta que veo mi vida peligrar, cuando pienso que no te veré nunca más, cuando encuentro la forma de abrir la puerta del cementerio. Cojo una de las manos de mi enemigo, introduzco su dedo índice esquelético y lo utilizo de ganzúa. Así como lo lees, un dedo de hueso como ganzúa.


Galopo sobre Plata durante largas horas, consiguiendo salir del Cementerio de los Exiliados, siguiendo a través de la Ruta de los Caídos. Aun me quedan varios días de arduo camino, espero que los enemigos sean fáciles, que el camino se haga rápido. No puedo esperar a terminar con todo esto y cogerte en brazos.


Siempre tuyo, Yk.






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Un viaje en autobus, una ruta hacia el ocio, unos minutos en la ducha, un momento de relajación, un sueño, una pesadilla. Todo se junta para crear, todo se crea para intentar ser real. De la hoja de papel al ordenador. Del ordenador al lector. Del lector a los sueños.


Espero que os guste este pequeño proyecto que se me ocurrió en un día de San valentín. A todos esos enamorados ¡FELIZ DÍA! Y a los que no ¡FELIZ DÍA!


Atentamente, Pebol Sánchez, un escritor Novato

lunes, 8 de febrero de 2016

Siempre hay caminos que seguir, solo tienes que mirar bien

¡Buenas a todos!

Al final, después de tanto sugerirlo, he conseguido hacerme un pequeño hueco en esta gran comunidad de Blogger.com



A partir de hoy, intentaré subir cada semana una nueva entrada:


-Compartiendo mis experiencias como escritor
-Narrando Relatos exclusivos para este Blog
-Compartiendo pequeñas partes de mis propias novelas en el mercado
-Novedades de nuevos proyectos
-Y hablando de cosas varias




Comunicaré las entradas a través de las redes sociales como vienen siendo:


-Facebook

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-O incluso a través de mi google Site

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Eso sí, vosotros no dudéis en compartirlo, comentarlo y darle a me gusta, en el caso de que os guste claro. Espero poder disfrutar con vosotros de grandes historias, poder conoceros un poquito más y poder llegar a esa gente a la que, hasta ahora, me ha sido imposible llegar. Sólo os pido un poquito de paciencia, ya que pronto tendréis una gran recompensa.



GRACIAS POR ESTAR AHÍ, POR SUBIROS CONMIGO A ESTA BARQUITA QUE TIENE UN GRAN RECORRIDO POR DELANTE.






¡ABRAZOS DE PANDA!